¿Postureas? ¡Yo no!
- davidserranito.com
- 3 feb 2016
- 3 Min. de lectura

Fotos y más fotos, y algunos videos, nos inundan en todo tipo de redes sociales. Si lo focalizamos en el mundo del running es muy fácil encontrarse millones de fotos de todo tipo, como por ejemplo: cruzando un puente ilustrando una zancada muy estilizada, con la última moda en ropa runner, entrando en meta en alguna carrera o incluso de zapatillas con fondos espectaculares de montaña, ángulos imposibles… en fin, una larga lista tan variopinta como podáis imaginar.
-Hace tres días me lesioné el gemelo izquierdo…
- ¿Corriendo?
-No que va... postureando para hacerme una foto para instagram.
-No me lo puedo creer jajaja
-Pues es cierto, intenté hacer una postura un poco extraña, total, para buscar un ángulo de mi zapatilla que nunca antes había fotografiado.
Una sonrisa de complicidad se me dibujó en la cara al escuchar como una “Maruja en bata” la conversación de dos corredores, antes de que dieran la señal de salida, en una carrera popular.
Me hizo reflexionar al instante… ¿porqué publicarlo todo? ¿Es realmente necesario? ¿Se puede correr sin publicarlo en redes sociales?

A mi modo de entender la sociedad, creo que el reconocimiento social, debido a las redes sociales ha cambiado muchísimo respecto a unos años atrás. La frenética actividad que hay en ellas hace que todo sea muy rápido y que esté todo entrelazado, y en un constante cambio.
Enseguida que realizamos algo que personalmente nos satisface, intentamos encontrar la aprobación y el reconocimiento social, de quienes nos rodean. Eso, desde mi punto de vista, no es negativo para nada… a quien no le gusta que le reconozcan un esfuerzo, una victoria o incluso le animen en una derrota.
Ahora bien, no hay que caer en la trampa de darle más importancia al reconocimiento en si, que a la propia actividad que se realiza. Aunque no veo ningún aspecto negativo en utilizar las redes sociales como escaparate de lo que haces o realizas, es en cierta manera, es una ayuda para mantener la motivación a lo largo del tiempo. Compartir con personas que entienden o realizan las mismas actividades que uno mismo, es muy gratificante.
Se define” postureo” a todo aquello que se percibe como algo forzado y dando a entender una acción que en realidad no se ha producido. Hay cientos de situaciones en la vida diaria que siendo voluntarias o no… haces gala de un buen postureo.
Postureo es cuando te obligan con ocho años a hacerte las fotos de la comunión, eso si es postureo.
Postureo es cuando eres un imputado de la casa real por delitos fiscales y te paras con buena cara a pronunciar unas palabras de tranquilidad a la prensa que te espera en los juzgados.
Postureo es cuando en la itv te hacen bajar del coche y adoptas una posición de total tranquilidad mientras te inspeccionan el interior del vehículo. Y piensas nerviosamente ¡ostia seguro que sacan algo!
Postureo es cuando tienes que asistir a una cena con gente que solo conoce tu pareja y adoptas un comportamiento de… ¡que bien lo estoy pasando!, aun sin conocer a nadie, y no entender las risas en conversaciones que en principio no tienen gracia.
Postureo es cuando al cruzar una calle principal y en hora punta pegas un resbalón y caes al suelo, seguidamente te levante queriendo decir…¡aquí no ha pasado nada!. Aunque te duela el alma.
Situaciones de este tipo hay cientos, así que no me digáis que no habéis postureado nunca, porque no me lo creo. Así que el buen postureo no es una moda actual sino que desde bien pequeños nos han enseñado a posturear.
Y sí, me gusta colgar fotos y videos de mis hazañas en el mundo del running. Es simple… si no te gustan, no me sigas.

Comments