Crónica de la Mitja Marató Colomenca 2017

Sentado frente una mesa de madera vieja con mucho uso, en uno de esos bares característicos de los años 70. No por nada, pero la decoración le delataba. Si no fuera porque estaba regentado por un chino, muy habitual en estos tiempos, sería uno de esos de toda la vida.

Después de madrugar más de lo habitual y comprobar que hacia un frío del copón. Nos dispusimos a ir a Santa Coloma de Gramanet. No sin antes tener que quitarme la pereza de encima… que bien se está en la cama a las seis de la madrugada y con el frío que hacía.

Por la ronda de d’alt no circulaba muchos coches, al contrario de un día laborable. No me costó aparcar demasiado. Enseguida encontré un sitio cerca del Camp d’Atletisme Antonio Amorós. Punto de partida de la V Mitja Marató Colomenca.

Recogí el dorsal sin problemas, ya sabía el número previamente por el email que envía Champion Chip. El 46. Me gustó.

Necesitaba un café para entrar en calor y despejarme un poco. Encontramos ese bar curioso. ¡Un café solo por favor! Me sorprendió el buen sabor que tenía, nada que ver con esos cafés que te ponen en algunos bares de mala muerte.

Ya más despierto, y viendo que se acercaba la hora de la señal de salida, las 9:00h, me cambié y preparé para poder correr la media maratón. Ya se ha convertido en todo un ritual que hago casi siempre de la misma manera. Preparo concienzudamente aspectos importantes como el tema de las rozaduras, soy muy estricto con no olvidarme untarme en vaselina. Las cremas de calentamiento, y colocación de accesorios como el porta chip, manguitos y porta dorsales se han convertido fundamentales para sentirme bien y poder correr tranquilo. Mira manías que seguramente sirvan de poco, pero a mi me funcionan.

Siempre es un gustazo saludar a otros corredores. Cambiar impresiones y comprobar que los hay que saben de lo que hablas y comparten mismas experiencias, tranquiliza mucho.

El nerviosismo de antes de empezar cada vez lo soporto menos. Esa sensación entre ganas e inquietud, hace que esté deseando arrancar a correr cuanto antes.

Los primeros kilómetros pude comprobar que a pesar de las ligeras subidas podía mantener un buen ritmo. En eso precisamente me centré casi toda la carrera. Mantener un buen ritmo y comprobar como físicamente respondía mi cuerpo, fue el objetivo de ésta carrera. Me inyecto un buen chute de energía, saber que los entrenos van surgiendo efecto.

Así que conseguí centrarme solo únicamente en correr. Nada más pasar el ecuador de la prueba noté que me encontraba bien. Probé nuevos sabores de geles energéticos de 226ers. El de cola y el de melón. Mucho más rico el segundo. Son geniales para llevarlos en el cinturón porta dorsal y muy buenos de sabor.

No contaba con que los últimos kilómetros el viento jugara en contra. Ciertamente me costó más de lo que esperaba y perdí algunos segundos. Sinceramente lo importante no era el crono final, ni mucho menos, pero sí que llegados a esta altura de la media quieres acabarla lo mejor posible. No negaré que acabé, aunque cansado, muy contento con el resultado. Volver a comprobar que todo está en su sitio y que nada me duele ¡es la puta hostia!.

La Mitja Marató Colomenca me gustó mucho como estuvo organizada por la Unió Colomenca d'Atletisme. Dejando atrás cosas superfluas consiguen hacer una muy buena carrera a un precio más que asequible. Se agradece no tener que pagar tanto por correr. Y que decir de ese almuerzo bueno que te dan nada más cruzar la línea de llegada. A mí personalmente siempre me gusta mucho poder reponer fuerzas con un buen bocata de butifarra acompañada por una cervecita. Que bien sienta!