Magia en la Cursa de la Mercè 2016

Cuando me quise dar cuenta estaba delante de la Font de Montjuïc contemplándola como si la viera primera vez. ¡No sé! Sería el subidón de después de cruzar la meta. Aún estando rodeado de cientos de personas, me sentía como si estuviera sólo. ¡Que sensación más rara! Saqué mi Gopro y me hice una cuantas fotos (qué raro ¿no? jajaja). Verdaderamente la miré de tal forma como si fuese mágica, ¡ya ves a mi edad!

Me recordó a ese año 92 donde las Olimpiadas hicieron que Barcelona se vistiese de gala noche tras noche. Cuando en esos años miraba la fuente llena de colores, ¡me parecía espectacular! Una sensación muy parecida me invadió el pasado domingo.

La Font mágica de Montjuïc no estaba iluminada ni mucho menos, lógicamente a eses horas en la que había acabado la carrera, era de día. El Sol, en ese momento brillaba, con fuerza. ¿Sería ese el motivo por lo que lucía tanto? No me podía quitar de la cabeza esa sensación de haber visto magia hacía sólo un instante. No por mi carrera, ni mucho menos.

De magia hay de muchos tipos y también de muchas clases. Una buena definición podría ser: la magia es el arte de arte con el cual se pretende producir resultados que son contrarios a las leyes naturales".

Os preguntareis que ¿dónde quiere llegar? Pues tiene una respuesta muy sencilla.

El domingo pasado vi magia mientras corría. Sí, de verdad, vi magia y de la buena. Ya en otras ocasiones había presenciado actos de igual magnitud. Pero no sé bien bien porqué ese día pude verla y sentirla.

Hablo de ese escalofrío que recorre tu cuerpo cuando sientes que algo te emociona de verdad. Hablo de esos momentos en los que el vello se te eriza, con tan solo presenciar un acto de buena voluntad. Hablo de esa sonrisa que se te coloca en la cara cuando ves magia.

La pasada edición de La Cursa de la Mercè 2016, más allá del tiempo que tardé en carrera, de las buenas sensaciones que voy adquiriendo, de notarme mejor de fuerzas en las piernas… me quedo con dos situaciones en las que sentí muy buenas vibraciones.

Cuando me crucé con los CorreSolidaris y los Egoísmo Positivo. Ellos son los que hicieron magia el domingo por la mañana. No les hacia falta ir vestidos con frac ni llevar en la cabeza una chistera negra, ni tan sólo sujetaban una varita mágica. Convirtieron en realidad las fantasías de muchas personas que lo necesitan. Compartieron sonrisas, alegría y dieron pies a muchos que lo necesitaban.

Personas que empujan a otras en silla de ruedas durante 10kms, en ocasiones les he visto hasta 20 o 42 kms. Parece mentira ¿no? Pues no más lejos de la realidad. Corredores que son capaces de dar lo mejor de ellos sólo por ayudar a los demás. Y no sólo ayudan a los demás, sino que les hacen felices.

Auténticos magos que mantienen la ilusión de muchos que la necesitan. Y lo más bueno de todo es que estoy seguro que NO HAY TRUCO. ¡Lo que se ve, es lo que hay!

Cuando voy corriendo y me cruzo con alguno de ellos… solo me queda que rendirme a su buena voluntad. Les animo con un gesto de motivación y algún aplauso . No me queda más remedio que rendirme a ellos. Me parece realmente admirable la labor que hacen, y quien sabe si algún día pueda ayudar de esta bonita manera.

Al acabar la carrera, no podía quitarme todas esas ideas de la cabeza. Por esa razón publiqué en instagram la foto de la Font de Montjuïc con el arcoíris de fondo titulada “Quien no cree en la magia nunca la encontrará”

Así lo sentí y así lo he explicado.

#magia #cursadelamrecè