Crónica de la Cursa Solidaria La Maquinista
- davidserranito
- 18 may 2016
- 3 Min. de lectura
Hay días en los que te levantas con las ganas justas, con el cansancio acumulado durante la semana. Tras unos días de muchos altibajos emocionales, necesitaba sentir buenas sensaciones. Así que tocaba correr y darlo todo. La cursa solidaria de la Maquinista en un principio no entraba en mis planes correrla este año. Pero algo me decía que debía hacerla. Por ese motivo decidí inscribirme la última semana. Sentía ganas de correr y si es por una buena causa mejor.
No me levanté con la concentración típica que tengo los días de carrera. Estaba despistado...más de lo normal, es más, se me olvidó parte del desayuno que habitualmente hago. No sé, sería el sueño y como he mencionado antes, el revivir el noveno aniversario de la muerte de mi hermano en un accidente laboral, pasa factura anímicamente.
Subo al coche, y tengo que volver a casa a por la cámara Gopro. ¡Había quedado en el olvido encima del Silestone de la cocina!... Madre mía ¡como estas hoy!... pensé al volver a girar la llave de contacto.
En un momento me planté en La Maquinista, era temprano… casi no había corredores por las calles del centro comercial. Dar un paseo por el centro me despejará la cabeza y hará que me concentre un poco.

Pues dicho y hecho, deambulé unos veinte minutos, observando que aumentaba el color amarillo fluorescente por momentos (el color de la camiseta de esta edición), hasta que se hizo la hora de cambiarse para empezar a calentar.


Saludé a diferentes corredores y compartí impresiones previas a la carrera. Que si me duele esto, que si estoy cargado, que si hoy no sé… bueno esas conversaciones que nos gustan tanto antes de la señal de salida jajaja
Este año ya podía ocupar el cajón numero dos en la salida (color amarillo). La verdad que la mala experiencia del embotellamiento que se produjo el año anterior, quedó en nada este año, ya que poder situarme en ese cajón me permitió colocarme en la cabeza de la carrera. Eso sí, mi GPS no se activo hasta pasado unos 750m de la línea de salida. No es que funcionase mal, sino que al estar dentro del centro comercial no detectaba señal y hasta que no encontró cielo abierto no funcionó. Ciertamente podrían cambiar la salida de lugar, mejoraría mucho la dinámica de carrera.

Era hora de correr y ya está! Decidí pegarme a la liebre de 4:00min/k por si el GPS no funcionaba en toda la carrera. Conseguí regular el ritmo y llegar al 5k bastante bien la verdad. Hacía bastante calor, así que beber algo de agua en el avituallamiento, era obligatorio. ¡Que buena está el agua cuando tienes sed!
Concentrarme al máximo, para intentar mantener el ritmo, era mi objetivo en ese momento solo roto por algún ¡Venga Serranito! Que no os podéis imaginar lo que me ayuda, me da un empujoncito que se agradece que te cagas!
Llegué al k8 y la fuerzas ya empezaban a flaquear. Cada vez hacía más calor… hasta que pasé el cartel indicativo de 9 kms. Veo que por mi izquierda se coloca el corredor Jorge Luján y me dice… vamos que entramos juntos a meta! Vamoooss, contesté como pude con la respiración entrecortada. Me puse a su lado y seguirle se convirtió en lo único que pensaba. Entramos a meta! Quizá para él no era su mejor crono pero a mí me alegró mucho. Hice mi MMP en 10K 40min 49seg.

¡Gracias Jorge! ¡vaya último kilómetro que nos marcamos!

Ahora toca recuperar fuerzas… pero momentos como estos me motivan más para seguir mejorando.
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