¡Tú estás loco... correr por correr!
- DavidSerranito (relato de Rocío Martín)
- 9 mar 2016
- 3 Min. de lectura
Recibo un sobre con un manuscrito en su interior... no puedo esperar a leerlo ni un segundo… pensé enseguida que se trataba del encargo que le hice hace varios meses cuando empezó la aventura de DavidSerranito.com… llega en el mejor momento… me viene como agua de mayo…me tranquilizó nada más leerlo.
Cuando, hace más o menos cuatro años, David empezó a correr, pensé… “ahora le ha dado por esto”… A lo largo de nuestra vida en común habíamos pasado por el balonmano, el fútbol y hasta una bicicleta… Y después, por una u otra cosa, lo acababa dejando.
Pero parecía que esta vez iba en serio. Salía todas las semanas, se inscribía a cursas populares, me llenó el armario de ropa runner… Y un día me dijo que se había apuntado a la maratón de Barcelona. Yo no sabía exactamente cuantos kilómetros era una maratón, pero sabía que muchos, así que le dije “¡tú estás loco, correr por correr!”
Y empezó a prepararse… que si levantarse temprano un festivo para hacer tirada larga, que si dieta de carbohidratos, que si suplementos proteicos… en fin, ya sabéis de qué os hablo. Y justo tres semanas antes de su primera vez en la mítica distancia, se lesionó. Notó un dolor en la parte externa de la rodilla izquierda en una carrera y casi no la pudo acabar. Era algo de la “cintilla ileotibial”. El caso es que pasó las siguientes tres semanas yendo al fisio, haciendo estiramientos, que si geles fríos, que si geles de calor… y siempre con la angustia de pensar que a lo mejor no podía correr. Su cara iba de la ilusión, a la desesperación, pasando por el miedo y con ello la incertidumbre que teníamos todos; quizá toda la preparación sería en vano.
Y llegó el gran día. Él se fue temprano y nosotros iríamos después. Encendí la tele para ir siguiendo la carrera en tv3. Me llegaban mensajes de todo el mundo preguntándome por él. A las 9:30 no aguanté más y lo llamé: “Todo bien, todo bien”. Me quedé más tranquila al escucharle y le conté que nosotros ya íbamos para allá. Le llamaría otra vez cuando llegáramos. No le dije que mi hija mayor le había preparado una medalla… “Al guanyador de la familia”
Pasara lo que pasara, para nosotros siempre sería un triunfador.
No puedo describir lo que sentí al llegar a Plaza España. Dios, que ambientazo. Habíamos ido a muchas cursas. Algunas importantes, pero ninguna como ésta. Toda la ciudad en la calle, animando, apoyando y participando de ella. Se me eriza el vello al recordarlo.
Nos situamos donde pudimos, en unas de las vallas pasada la gasolinera del Paral·lel, y lo llamamos: “Estoy bien, la rodilla bien, pero las piernas están muy cargadas”. Aún le faltaba diez kilómetros para llegar a meta. Después supe eso que ellos llaman “el Muro”.
Los corredores iban pasando, con más o menos dificultad “¿cuando va a pasar el papi?… mi hija Tania me preguntaba cada tres minutos. Sólo fueron tres cuartos de hora los que tardé en verle, pero a mi suegro y a mí se nos hicieron interminables. Lo vi subir, con su camiseta Buff, casi exhausto, y empezamos a chillar. “Vamos papi, vamos David” que ya está, ¡ya lo has conseguido! Nos miró, se le iluminó la cara y empezó a acercarse feliz, pletórico. Nos fundimos los cuatro en un abrazo. Estaba a punto de conseguirlo, su sueño, por lo que había luchado tanto.
Mi hija le puso la medalla y entonces ya no pudimos dejar de llorar. “Gracias, gracias, os quiero mucho!” nos decía….
Dios, que experiencia tan bonita, que satisfacción, que lección de coraje…
Nuestro nudo en el estomago se deshizo y empezó la relajación. Cuando volvimos a verle habían pasado más de veinte minutos. Volvimos a abrazarnos, y a llorar otra vez… Pero en esta ocasión con la tranquilidad que otorgaba el momento.
Sólo lo he visto tan feliz en tres momentos de nuestra vida. Lo había conseguido había acabado. Como él dice… “no hay éxito sin esfuerzo”
Nunca olvidaremos aquel día. Sé que habrá más maratones (de hecho ya estamos a las puertas de su segunda…) pero en nuestras vidas ha quedado grabada la primera maratón de Barcelona 2015 que corrió DavidSerranito.
“Te queremos papi”
Sólo me queda decir, que como podéis ver, aunque a veces lo parezca... NUNCA CORRO SOLO.

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