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¡No tardes!

  • davidserranito
  • 13 ene 2016
  • 3 Min. de lectura

Mi familia DavidSerranito

No siempre me acompaña mi familia a las carreras, pero si de vez en cuando o cuando yo se lo pido expresamente porque es alguna cursa que me hace especial ilusión y sé que me serán de ayuda. Saber que me esperan en la meta es un gran aliciente para mí.

Antes de la salida, normalmente a unos veinte minutos de la hora del arranque de la carrera, me despido de mis acompañantes. Y a veces, escucho eso de “no tardes”, jeje que es respondido con un guiño pícaro y un “bueno lo intentaré”.

Una serie de comportamientos repetitivos y por un orden determinado se han convertido en mi ritual antes de situarme en el cajón de salida de una carrera. Os explico mejor que es lo que quiero decir, me recoloco el chip en la zapatilla, aprieto los cordones con la tensión justa y con doble nudo antes de empezar, recoloco las perneras que se ajusten bien al perfil de la pantorrilla, el sensor del GPS que llevo en el pecho me lo ajusto a la medida exacta, las gafas limpias antes de comenzar la cursa y listo. Ya lo tengo todo en su sitio y preparado para correr la distancia que toque ese día. Supongo, o eso creo, que cada corredor tendrá sus peculiaridades.

Se empieza la carrera e intento concentrarme para poder seguir un ritmo preestablecido. En determinados momentos me viene a la cabeza la pregunta ¿qué estarán haciendo?

Sí, en cierto modo yo que soy el corredor que recorro una distancia en un cierto tiempo, pero de eso se trata ¿no?. Pero… ¿qué hacer si acompañas a un runner a alguna carrera?

Ciertamente hay cursas en las que tienen en cuenta a los acompañantes. Por una banda, tenemos aquellas que participan previamente los más pequeños, montan colchonetas inflables o realizan actividades para los niños. Tristemente son las que menos…

¿Y para los acompañantes adultos? En alguna competición disponen de la posibilidad de disfrutar de algún almuerzo tipo “butifarra con cerveza” a un muy buen precio, aunque parezca mentira se han encontrado en alguna ocasión con querer el almuerzo y recibir la contestación de “estas butifarras sólo son para los corredores”. Inexplicablemente no tienen la posibilidad de comprar el almuerzo. Y claro buscan algún bar cercano donde poder desayunar.

En ocasiones quedan un poco desamparados, y lo único que hacen es esperar a que llegue a la meta. Me resulta bastante curioso que aún no tengan explotado ese lado de las carreras, que no tengan una visión de negocio dirigida a esas personas que “sólo” vienen a acompañar al corredor. Sí es cierto, que en muchas ocasiones, mis acompañantes adultos, me refiero a mi mujer y mí padre, me dicen que no hay nada que hacer mientras esperan a que acabe la carrera.

La visión comercial se dirige al corredor en sí, ahora muy en auge y muy explotado, sobretodo en la fira del corredor previa al evento, donde montan diferentes STANDS de marcas comerciales con el único objetivo de captar la atención del corredor. Aún más extraño me parece, que al final de la competición no estén más presentes y con más reclamos hacia el corredor finisher que con ese alto grado de euforia, me apuesto lo que queráis, que tendrían más éxito.

Llegando a meta en la mitja de sitges 2016 nivel euforia máxima

Me sorprende que las grandes marcas comerciales no hayan tenido la intención de captar también a esas personas que no corren pero sí conviven o animan a los corredores. No seré yo quien diga lo que tienen que hacer, pero sí manifiesto que me parece muy curioso y sorprendente, podrían explotar este lado con más ímpetu. Venga ahí lo dejo!

Sitges enero 2016 DavidSerranito

 
 
 

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